jueves, 19 de agosto de 2010

Matasanos de la Buena Vista.



Centros ópticos distorsionan medidas del la vista en exámenes médicos.

Si alguna vez se les cuestiono a los médicos por tener algún negocio, bajo la mesa, con la muerte, para que tengan más años de vida, ahora se pone en tela de juicio la función de algunos oftalmólogos por seguir el mismo sistema de negocio con la miopía y el estigmatismo. Esta conjetura que parece mas sacada del un guión de una película de terror, no esta muy alejada de nuestra realidad, en la capital. Pues algunos centros oftalmológicos, que operan en el Centro de Lima, engañan descaradamente a los clientes a plena luz del día, distorsionando sus medias de vista a fin de venderles unos lentes.


Así lo comprobó, nuestro equipo de investigación del 7º ciclo de la Universidad Jaime Bausate y Meza hace algunos días. Para ello, se tuvo que maquinar toda una estrategia como contactar a un joven, que no necesitara usar lentes. De ahí, que la persona elegida fue el estudiante de periodismo, Marco Gutiérrez (22). Él según un examen medico, que se hizo a los ojos en su adolescencia, contaba con una visión excelente. “El doctor, al hacerme la medición de la vista hace algunos años, se sorprendió. Me dijo que no usaría lentes nunca, pues tenia como resultado un 11. Yo no entendía, solo atine a sonreír”, recordó el joven trigueño, cuando se planeaba la investigación.


Sin embargo, no se podía confiar en sus declaraciones. Por tanto, le propusimos que se hiciera nuevamente la medición de la vista en el Hospital de la Solidaridad, que estaba ubicado en el jirón Camaná en el Cercado de Lima. Con esta acción, se inicio la investigación. Al recibir el resultado de la oftalmóloga, Virginia Reyes de (51), corroboramos que Marco decía la verdad. Porque el examen medico había dado como respuesta: plano - plano (20/20). Es decir, que seguía contando con una buena visión.

Luego de eso, con pruebas en mano, nos dirigimos hacia los centros oftalmológicos del Cercado de Lima, que se sitúan entre el cruce de la avenida Tacna y el jirón Huancavelica para comprobar si las presuntas acusaciones de algunos testigos que aseguran que allí engañaba a la gente, son ciertas. Al llegar, decenas de vendaras nos abordaron para ofrecernos tanto despistajes como medidas de la vista. “Todos es gratis aquí, menos los lentes”, recuerda una vendedora del centro óptico RONNY LEN’S, tras guiarnos por las instalaciones del dicho negocio.

Ya en la óptica, la mujer de aproximadamente 51 años, nos lleva hacia un cuarto pequeño, que funcionaba como un laboratorio. El cual, estaba equipado con casi todas las maquinas, que se usan para medir la vista. Ahí, un oftalmólogo examino los ojos de Marco. Pese a que él salía vienen librado de todos lo ejercicios, el señor de aproximadamente 45 años, usaba todas mañanas que había aprendío en el oficio para confundir al joven. “el ponía frente a uno de ojos lentes muy fuerte, que me mareaban. Lo hizo como seis veces. Es más, me hizo caminar con ellos”, recuerda el estudiante de periodismo, luego de terminar la investigación.

Ante tal, hecho el resultado fue desfavorable para Marco, pues según el oftalmólogo, tenia miopía en el ojo izquierdo (0.50), mientras que en el derecho (0. 25) necesitaba una lente de descanso. Al ser consultado, si era necesario que él use lentes, el especialista, respondió afirmativamente. Aunque, se contradecía mucho en sus respuestas, porque después dijo que no era necesario. A pesar de ello, en la factura de la consulta escribió que el joven debía usa de forma permanente unos lentes. “es necesario que uses lentes puesto que si no, tu miopía va aumentara considerablemente. Y tú serás el único perjudicado”, exigía el oftalmólogo.

Tras dicha evaluación, la señora nos llevo hacia la óptica para persuadirnos a que le compremos unos lentes. En eso, Marco le increpo y le mostró sus resultados de la medición de vista del Hospital de la solidaridad. Ante eso, ella solo atino a decir que ahí se habían equivocado. “Allá te han medido mal la vista, aquí el doctor nunca se equivoca, es muy bueno”, aseguraba, la vendedora del centro óptico.

Para el oftalmólogo, Pedro Muro, este hecho sucede, porque muchas de las personas que trabajan en esos centros ópticas no son profesionales, si no solo se capacitan para manejara el optómetro (maquina que mide la vista). Al hacerlo, también afirmo que ellos no tienen capacidad para saber a ciencia cierta si el problema de la visión es por miopía o por otra enfermedad. Por eso, pidió a los limeños, que si tienen algunas dolencias en los ojos, primero vayan a los hospitales o Clínicas.

Y un ejemplo de estas afirmaciones, se observa en el testimonio de la señora Federes Vinda Paz (70), quien asegura que fue estafada en la óptica MELISSA en el centro de Lima. Ella cuenta que el diagnostico que le dio el oftalmólogo, que la atendió fue errada. Tal es así, que los dolores de cabeza que tenia a cada instante no eran por la miopía, si no por el colesterol. “Si bien necesitaba lentes, no era en esa medida”, admite la mujer de la tercera edad.

Otra victima de este engaño es Claudia Levi Carranza (29), quien confiada llevo a su hijo de 9 años hacia la óptica KELLY en el Cercado de Lima, para que le midan la vista. Ahí, le dijeron que su hijo necesitaba usar lentes de urgencia. Pero eso, solo era un cuento chino, pues realmente su niño estaba bien de los ojos (20/20). Dice que no tenía estigmatismo como le dijeron ellos, si no colesterol. “tanto fue mi ira, que tome acciones legales contra esa óptica. Pese a ello, no prospero”, se lamente la joven madre, tras la entrevista.

En esta línea, el Abogado Pedro Ferreira (45), muy indignado, señala que el hecho de distorsionar el examen de la medición de la vista es un delito, que atenta contra la salud pública. Además, critica la actitud de las autoridades por hacerse de la vista gorda, al no sancionar a estas ópticas. Dice que de hacerlos, perderían mucho dinero en los impuestos. Pese a ello, exhorto a todas las personas, que hayan sido engañadas con este sistema, a denunciarlos.

Lo cierto, es que muchos centros ópticos, engañan a decenas de personas incautas a vista y paciencia de muchas autoridades. Por eso, es importante que tanto el Gobierno Central como Local castiguen este hecho con mano dura. No solo porque estafan a los limeños, si no porque atentan contra su vida.





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