La crónica es un género híbrido que se caracteriza por presentar un acontecimiento de interés general, usando la información y el cometario. Es narrado de modo cronológico y redactado con un lenguaje literario. Martín Vivaldi (1981: 128) la define como "una información interpretativa y valorativa de hechos noticiosos, actuales o actualizados, donde se narra algo al propio tiempo que se juzgar lo narrado".
Orbegoso (2000:165) sostiene que la crónica periodística "puede ser la misma noticia sólo que comentada, narrada de acuerdo a la impresión particular del comunicador, y no empleado la pirámide invertida, sino la pirámide normal, es decir, no destacando, como en la noticia, el nudo, primero, sino dejando el nudo para desatarlo al final".
Además es considerada "un relato sobre personas, hechos o cosas reales, con fines informativos, redactados preferentemente de modo cronológico y que, a diferencia de la nota informativa, no exige actualidad inmediata, pero sí vigencia periodística"(Gargurevich 1987: 116).
Mainar (1965) afirma, por su parte, que la crónica periodística "es comentario y es información [...]; es la referencia de un hecho en relación con muchas ideas, es la información comentada y es el comento como información; es la historia psicología o la psicología de la historia".
Por último, Martínez Albertos (1991: 172) sostiene que la crónica periodística es "una narración directa e inmediata de una noticia con ciertos elementos valorativos, que siempre deben ser secundarios respecto a la narración de hechos en sí"
Por todo lo dicho, la crónica, por su naturaleza híbrida, es una especie muy difícil de ubicar dentro de los géneros periodísticos, clasificados en informativo, interpretativo y de opinión. Además es concebida de modo diferente por las diversas escuelas periodísticas, como la francesa (columna), Inglesa (comentario), norteamericana (comentario), Alemana, entre otros.
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